En la sociedad, los medios de transporte se han convertido en la manera más efectiva que tenemos las personas de trasladarnos hacia los lugares que necesitamos. Ya sea para ir al trabajo, visitar amigos o familiares o realizar cualquier tipo de actividades cotidianas, son fundamentales para la movilidad de las personas. En este proceso, podemos formar parte ya sea como peatones o como conductores, pero de una u otra forma debemos seguir cierto tipo de protocolos o reglas, los cuales deben ser impartidos desde temprana edad, de tal forma que se pueda mantener la integridad de todos los involucrados. Para esto es fundamental la educación vial, pero, ¿a qué nos referimos con esto? Hablemos un poco más al respecto a continuación.
¿Qué es la educación vial?
Cuando nos referimos a la educación vial (también llamada educación para la seguridad vial), estamos en presencia de un proceso en el que se pretende que los sujetos adquieran, desarrollen e integren todas aquellas competencias que son las que permiten una buena seguridad en el tránsito. Así mismo, se pretende una mejora en las conductas y relaciones viales y la prevención de accidentes (siendo conscientes con el ambiente durante dicho proceso).
Este método es algo que debe prevalecer en el tiempo y durante toda la vida, siendo recomendable que su primera instrucción sea durante las edades de preescolares, con el apoyo tanto de los centros educativos, como de los núcleos familiares. La educación vial busca promover, enseñar e instruir acerca de estrategias de prevención de accidentes, políticas de seguridad vial y hábitos, habilidades y valores que podamos usar en nuestra cotidianidad.
Al tener presente en su enseñanza la importancia de impartir valores, tiene que estar presente en la formación de cada uno de los individuos de nuestra sociedad. Esto trae por consecuencia que todo sujeto debe tanto educarse como ser educador vial, de tal forma que seamos herramientas fundamentales en la prevención de accidentes viales.
Como mencionamos anteriormente, el desarrollo de la educación vial debe venir de la mano de las familias desde las primeras edades, ya que estos son los primeros educadores en materia vial. Esto permite abrir el camino y orientar de mejor manera la educación que luego el niño aprenderá en la escuela, durante su carrera académica.
En el caso de España, es bueno decir que somos pioneros y referentes a nivel internacional cuando nos referimos a seguridad vial. Esto dado gracias al éxito en la disminución de la tasa de accidentes de tránsito durante la última década. Esto no solo nos permite ser usados como referentes por nuestros pares europeos, sino también por toda la comunidad hispanoamericana. Pero, ¿cómo es la educación vial a nivel educativo en España? Veamos un poco su historia y las diferentes legislaciones en la materia.
Un poco de historia de educación vial en España, y algo más
En un sentido formal, sabemos que la educación vial en España se imparte tanto en las instituciones educativas como en las llamadas autoescuelas; sin embargo, la misma también es dada de manera informal desde algunos organismos del estado, instituciones privadas, medios de comunicación en general y las familias. La educación vial en nuestro país, tiene parte en los currículos académicos, tanto en primaria como en secundaria, o la ESO.
Aquí en España, podemos encontrar ciudades que como alternativa educativa, han creado Parques Viales, los cuales tienen como objetivo formar y educar sobre el tema a niños y adolescentes. Los mismos tienen circuitos que simulan algunas situaciones de tránsito que se pueden dar en nuestro día a día.
Pero el que seamos un referente internacional en cuanto a educación vial se refiere nos ha llevado un largo camino a través de la historia. Nuestra primera referencia histórica la tenemos a partir del Código de la Circulación en el año de 1934. En el mismo, se habla de lo obligatorio que debía ser el dar este tipo de enseñanzas acerca de diferentes normativas de circulación en la vía, y consejos sobre cómo manejarse. El mismo establecía que dichas normativas tenían que darse en todos los centros escolares. Sin embargo, no es hasta las Conferencias del Consejo de Europa de París, Viena y Estrasburgo y las CEMT cuando se empiezan a dar los lineamientos básicos que iban a permitir que esto se enseñara en los currículos educativos de todos los países de la UE.
Estas conferencias también tenían como objeto buscar qué objetivos se pretendían alcanzar con la enseñanza de la educación vial, y esto a largo plazo ayudaría a determinar qué programa de seguridad vial se adapta al contexto de cada país.
Años más tarde, en 1970, ve la luz la Ley General de Educación. Esto marcó un gran cambio en el cambio del currículo académico, ya que se empezaron a incorporar contenidos, propuestas de método y de desarrollo en cada una de las aulas. Luego, en el año de 1973 la Dirección General de Ordenación Educativa aprueba que se den orientaciones pedagógicas en los ciclos: Inicial, Medio y Superior.
En los 80, son publicados los Programas Renovados para Preescolar y EGB. Esto da el paso para que se incorpore de manera definitiva la educación vial en el sistema educativo, la cual se dará en Preescolar y Ciclo inicial en experiencias, en tercero, cuarto y quinto en Ciencias Social y en el Ciclo Superior en el área de Ética y Cívica.
Luego en los 90 se aprueba la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo), lo cual ayuda a que se pueda diferenciar lo que es educación vial y lo que se considera formación vial.
En 2002 se introduce la LOCE, y se busca reforzar cómo se trata a la educación vial y se busca que la misma tenga objetivos específicos dependiendo de la etapa de enseñanza.
En el año de 2013, con la LOMCE, se adopta la denominación de que competencias son fundamentales según la Unión Europea. Ampliemos un poco respecto a esta: con las competencias ya definidas, la LOMCE establece en su artículo 10, que en cuanto al ámbito de seguridad y educación vial, todas las instituciones educativas tendrán que incorporar en sus elementos curriculares y se buscará que promuevan acciones que mejoren tanto la convivencia como la prevención de accidentes de tráfico. Esto con el objetivo claro de que todo el alumnado conozca cuáles son sus derechos y deberes como peatón y como conductor (cuando les corresponda), así como el reconocimiento y respeto de las normas y señales de tránsito.
LOMLOE y los cambios para el nuevo año académico
Ahora, en cuanto a la actual normativa LOMLOE, la cual es la vigente para el curso escolar 2022/2023, se establece que los contenidos referentes a este tema se enseñarán en los cursos de: primero, tercero y quinto. En 2024 y 2025 se hará lo mismo con los cursos de segundo, cuarto y sexto. Uno de los elementos fundamentales de cambio que tiene esta ley es que se incluirán contenidos de Educación Vial en tres áreas principales del currículo escolar:
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En educación en valores cívicos y éticos:
Durante el tercer ciclo se impartirán hábitos y actividades que permitan el objetivo de desarrollo sostenible: uso sostenible del aire, agua, suelo y de la energía. La movilidad sostenible, segura y saludable para cada alumno. Y la prevención y manejo de residuos.
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En la cátedra de Educación Física:
Durante el primer ciclo se hablará de normas de uso y educación vial para peatones. En el segundo ciclo se hablará de las normas de uso para bicicletas y durante el tercero se orientará la educación vial vista desde la actividad física y deportiva. Se mantienen los conceptos de movilidad segura y sostenible y se agregan los temas de transporte referidos a uso de bicicletas, patines y patinetes. Esto servirá para instruir a los alumnos en sus primeros pasos como conductores, en vez de peatones.
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En el área de conocimiento del medio natural, cultural y social:
Durante el primer ciclo se hablará de la seguridad vial referida al manejo en sociedad, ya que al ser un espacio de convivencia con el prójimo tiene sus normas básicas para el cómo se desplazan los peatones y cualquier usuario de un medio de transporte. Durante el segundo ciclo la enseñanza estará dirigida hacia las normas, señales y marcas de circulación vial o terrestre. Durante ambos ciclos se sigue buscando la movilidad segura de todos los involucrados y que la misma sea sostenible.
Es fundamental señalar que el objetivo de que estos contenidos sean enseñados desde tan tempranas edades, es el formar individuos integrales que puedan prevenir accidentes viales durante toda su vida. Si se inculcan este tipo de prácticas y valores durante la niñez y juventud, tendremos una mayor cantidad de conductores y peatones con un sentido de conciencia y empatía más marcado, y que impidan cualquier tipo de siniestros que puedan ocurrir en su vida cotidiana.