El punto medio: la educación secundaria

La educación formal ha tenido que categorizarse en distintos pilares con el paso de los años, con el objetivo de que la enseñanza se haga más fácil y didáctica para todos los involucrados. De esta forma, se han podido dividir de forma equitativa y de acuerdo a las distintas áreas de conocimiento, la estructuración de los temas por grado y edad, de tal forma que los niños y jóvenes vayan construyéndose a un ritmo que se adecue a su crecimiento y capacidades. De esta manera, tenemos entonces que la educación formal se divide en: educación infantil y primaria, seguida de la educación secundaria, que será en la que ahondaremos más a fondo en este artículo, y la educación universitaria o superior. Pero ¿qué es realmente la educación secundaria?

Educación Secundaria en España

La educación secundaria constituye el nivel de estudios que antecede al universitario, por tanto, sus objetivos están orientados hacia la preparación de los jóvenes de tal forma que puedan acceder a niveles más altos de la educación superior. En este nivel, se dan las herramientas básicas que constituirán los estudios a futuro del alumno, así mismo, se los orienta de acuerdo a sus capacidades e intereses. Sin embargo, la educación secundaria no solo busca nutrir las bases que luego constituirán su desarrollo profesional, sino que al mismo tiempo tiene la misión de educar a los adolescentes en temas de interés colectivo, fomentar la práctica de valores y enseñarlos a ser miembros productivos de la sociedad.

En el caso de España, se le conoce como ESO o Educación Secundaria Obligatoria y abarca los 4 años posteriores luego de la finalización de la primera. Generalmente se da entre las edades de 12 y 16 años, a pesar de esto, los alumnos tienen el derecho o la opción de poder cursar dichos estudios hasta los 18 años de edad. Así mismo, a pesar de que en España la educación está financiada por el estado, la responsabilidad de pagar los estudios recae mayoritariamente sobre los tutores legales, los cuales deben financiar los útiles, libros que se vayan a usar y uniformes. Es bien sabido, que en España, existen tres tipos de instituciones educativas: las escuelas públicas, las cuales en su mayoría reciben sus insumos de parte del estado, las escuelas privadas las cuales son financiadas de forma interna por parte de los tutores de los alumnos y las escuelas concertadas, que reciben tanto aportes del estado como de forma interna.

Principalmente, el objetivo de la educación secundaria es que más allá de desarrollar las competencias necesarias para grados más altos, los estudiantes aprendan a crear un pensamiento particular y crítico, así como a desenvolverse de forma íntegra en sociedad. Al finalizar esta etapa, el estudiante cuenta con la opción de seguir estudiando el Bachillerato en sus institutos educativos, o tiene la alternativa de asistir a un centro de formación profesional o grado medio. Es importante acotar que estas opciones no son de carácter obligatorio, pero sí necesarias si el alumno pretende estudiar algún tipo de educación superior o universitaria.

En el caso del Bachillerato, este cae en un tipo de educación secundaria post obligatoria, así como los centros de formación profesional o de grado medio.

Como ya mencionamos, la ESO busca que los estudiantes obtengan conocimientos básicos de la cultura de su país, pero referente a temas específicos como las ciencias, la tecnología, las humanidades y artes y habilidades motrices. Así mismo, al otorgar herramientas que facilitan el estudio, también busca crear esos mismos hábitos dentro del alumnado, de tal forma que esto pueda ser usado a futuro cuando tengan que integrarse al mercado laboral. Cabe destacar que es en esta etapa donde también se aprovecha para inculcar aquellos valores, derechos y deberes que los estudiantes tienen como ciudadanos del país.

Si señalamos otro tipo de valores que se imparten en esta etapa, serían el rechazo hacia conductas discriminatorias y violentas, el promover la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y el respeto por la diversidad del prójimo. En el sentido pedagógico, la ESO busca la enseñanza de lenguas extranjeras, fomenta el trabajo por proyectos y en equipo para la resolución de problemas, busca crear jóvenes con pensamiento sostenible e inteligencia emocional, y hace hincapié sobre el cuidado de la salud. Esto por supuesto a través de todas las asignaturas de su currículo.

Por supuesto, como todo nivel de instrucción, cuenta con una serie de competencias claves para su adecuado desarrollo, a continuación señalamos algunas:

  • En ciencias, matemáticas y tecnología.
  • Digitales, las cuales son necesarias en este mundo cada vez más globalizado.
  • En comunicación lingüística, tanto oral como escrita.
  • Individuos plurilingües.
  • Personales y sociales para un buen desenvolvimiento en sociedad, por los cual también es necesario desarrollar carácter ciudadano.
  • Con conciencia de la cultura.

Ahora bien, ya habiendo expuesto lo anterior, lo siguiente sería saber qué competencias mínimas o cual es el proceso para poder ser admitido como estudiante en la ESO. En el caso de las escuelas públicas y los colegios concertados, el proceso de selección se rige por ciertas normas que permiten su regulación y la igualdad de oportunidades para todos los postulantes. En ciertos casos, cuando la demanda de cupos no supera la oferta de los mismos, se dan ciertos tipos de prioridades para los postulantes:

  • Se toma en cuenta que los domicilios de residencia de los tutores legales o representantes de los alumnos se encuentren cerca de la escuela.
  • Si se tienen hermanos o hermanas en el centro, así como padres o tutores que trabajen en el mismo, el alumno por consiguiente tendrá prioridad de plaza.
  • El haber nacido en parto múltiple (gemelos, mellizos, trillizos, etc).
  • Cuáles son los ingresos familiares de forma anual.
  • El que el alumno provenga de una familia con un solo padre o una sola madre.
  • Si el estudiante fue víctima de ataques terroristas o discriminación por género.
  • Si el alumno presenta algún tipo de discapacidad, o si la tiene alguno de los miembros de su familia.

Por último, aquellos alumnos que tengan enseñanzas profesionales en música, danza y programas de deporte de algún tipo y que los realicen mientras cursen la ESO también tendrán prioridad en algunas escuelas.

Cuando el estudiante se gradúa del ESO y obtiene su título como “Graduado en ESO” tiene la posibilidad de acceder a los estudios obligatorios ya mencionados (Bachillerato, centros de formación profesional), al mismo tiempo, también tiene la opción de asistir a los ciclos formativos de grado medio de FP, los de diseño artes plásticas y algunas destrezas deportivas de grado medio. En el caso de las dos últimas, el ingreso estará sujeto a pruebas de ingreso específicas que calibren los conocimientos que tiene el candidato en el área.

Por otra parte, los alumnos también se pueden formar de otra forma con los “estudios no reglados”. Si por el contrario, no desean continuar con sus estudios pueden insertarse inmediatamente al mercado laboral.

Ahora, si por alguna razón el alumno no consigue el título de Graduado en ESO y no quiere acceder aún al mercado laboral, tiene la opción de continuar con otro tipo de estudios, siempre y cuando cumpla con los requisitos: cursos que te preparan para las pruebas libres de tal forma que puedas obtener el título de graduado; centros de educación para adultos, los cuales son para aquellos que tienen más de 18 años (en estos también puedes obtener el título de graduado); cursos de preparación para los ciclos formativos en otras destrezas; formación en academias o centros privados; y formación profesional para el empleo, lo cual te da herramientas útiles si están buscando una salida laboral.

Por último, las evaluaciones durante la ESO son continuas y para poder pasar cada año se deben cumplir con las competencias generales de cada curso y los objetivos que plantee el currículo. Para que un alumno pueda ser promocionado al siguiente año debe tener el aprobado en todas las materias y solo se permite tener un resultado negativo en máximo dos asignaturas. En el caso de que el estudiante no haya podido pasar al siguiente curso con todas las materias aprobadas, es rol del equipo docente el valorar si el alumno merece ser aprobado para el siguiente curso y si esto lo beneficiará a futuro en su carrera académica. De ser contrario el caso y que el alumno deba repetir, sólo podrá repetir el mismo grado una sola vez y dos como máximo durante toda su etapa. Como ya mencionamos, el límite de permanencia para los alumnos es hasta los 18 años, con excepción en el cuarto curso, donde se permitirá un año más de gracia si el estudiante ya cumplió los 18 años y debe finalizar el curso.