En nuestras vidas cotidianas, es innegable que para poseer un cuerpo y una mente saludables es necesaria la actividad física. Por mucho que en múltiples ocasiones no le queramos dar cabida, la actividad física es fundamental para el desarrollo óptimo de todas nuestras capacidades. De la misma manera, es importante que este se imparta desde tempranas edades con el fin de ayudar al crecimiento de cada persona. Esta necesidad de impartir actividad física desde tempranas edades, impulsó la creación de lo que es comúnmente conocido como Educación Física, pero, ¿qué es realmente la Educación Física? Hablemos un poco de ella y sus inicios.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de Educación Física?
Si pensamos en Educación Física, se nos viene a la cabeza una de las asignaturas obligatorias del currículo académico. Pero más allá de esto, es fundamental conocer que es exactamente y el sin fin de beneficios que puede traer para el desarrollo de los alumnos, así como ser una las materias más importantes en el ámbito de la educación.
La educación física consiste en una disciplina que se encarga de ofrecer a sus alumnos, una educación completamente integral sobre el cuerpo humano, marcando el primer paso en el cuidado de la salud. Esta asignatura pretende que se eduque a los alumnos paso a paso sobre cómo usar su cuerpo adecuadamente. Así mismo, brinda información sobre todos los diferentes tipos de deportes que puedan existir, para ayudar en la búsqueda de aquellos que se acoplen a cada individuo y enseñar formas de practicarlos de forma sana y segura.
En esta materia se imparten diversos tipos de clases que tendrán alguna clase de esfuerzo físico, pero todo con las medidas de precaución adecuadas que impidan que los individuos se dañen en el proceso, además, al ir conociendo sus propios cuerpos, les permite informarse acerca de las limitaciones que pueda tener cada uno de sus organismos y cómo crear técnicas que los lleven a alcanzar mayores logros.
¿Por qué es importante entonces la educación física?
Como mencionamos anteriormente, la asignatura de Educación Física se proyecta como un pilar fundamental de la formación académica y educativa, esto dado por todos los beneficios que aporta al desarrollo de las personas. En líneas generales, si, ayuda a mantener una buena salud, pero más allá de ello, nos otorga un sin fin de ventajas que a largo plazo, contribuyen al desarrollo integral de individuos en la sociedad.
Al ser actividades que se suelen realizar en grupos grandes de clase, les enseña a los niños desde temprana edad, valores como la tolerancia, el respeto, la responsabilidad y solidaridad, los cuales podrán usarse en cualquiera de los ámbitos de su vida en un futuro. En líneas generales, la educación física nos enseña a:
- Enseñarnos de primera mano todos los beneficios de llevar una vida activa.
- El trabajo en equipo, fundamental para cualquier individuo de la sociedad.
- Pelear contra el sedentarismo: nos muestra la importancia de buscar actividades que mantengan nuestro cuerpo en movimiento.
- Nos puede dar grandes maneras de aprovechar el tiempo libre: al informar sobre diferentes deportes, da opciones de aquellos que podrían servir como hobbies o incluso como una carrera a futuro.
- Ayuda con la salud mental: estudios afirman que las personas que realizan algún tipo de actividad física, son menos propensas a sufrir algunos trastornos de ansiedad, estrés e incluso depresión.
Es importante señalar que la educación física sólo debe llevarse a cabo bajo lineamientos de instructores especializados en la materia, los cuales estén versados sobre la materia e impartan sobre todas aquellas disciplinas que ayuden al desarrollo de los alumnos. En España, este tipo de formación viene bajo la especialización en CAFD, o mejor conocido como formación particular de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
En cuanto al desarrollo de los infantes, es importante el impartir esta materia desde temprana edad ya que los ayuda no solo a desarrollar sus capacidades físicas sino también las motoras. Si nos situamos en lo que es la sociedad actual esto es un punto importante, ya que a pesar de que los avances tecnológicos nos han traído muchos beneficios, también tienen su parte negativa: el alto nivel de sedentarismo en todos los grupos de edad. El uso constante de aparatos electrónicos como los celulares, Ipad, videojuegos, PC, televisores y demás han ocasionado grandes niveles de sedentarismo, sobre todo en las poblaciones más jóvenes. Esta es otra de las razones por las cuales la Educación Física se imparte como una materia obligatoria en la mayoría de instituciones educativas.
Los méritos de la actividad física también abarcan hacia la prevención de enfermedades: la misma sirve como mecanismo de prevención, ya que ayuda que a futuro los infantes terminen sufriendo de patologías cardiacas, algunos problemas motores, de los músculos, entre otros.
Ahora, ¿el deporte y la educación física son lo mismo? Pues, a pesar de que puedan tener los mismos fundamentos básicos, no son lo mismo. El deporte en sí es algo que está directamente asociado a la educación física: el deporte nos permite crear una noción de equipo (ya que la gran mayoría de estos se trabajan en equipo) y además ayuda a ejercitar la musculatura. Así mismo, mediante el deporte podemos canalizar cierto tipo de sentires o pesares y al final de cuentas tiene un carácter más recreativo. Por el contrario, a pesar de que la educación física también puede tener estas cualidades, su carácter es principalmente pedagógico y educacional, su fin va más allá de la práctica física, sino que busca un desarrollo integral.
Pero, ¿dónde tiene sus orígenes la educación física? Veamos un poco de donde proviene y como han sido sus inicios en España.
La Educación Física en la historia y en el contexto español
La educación física es algo que se remonta hasta las edades antiguas, formando un pilar importante en su cultura, ejemplos de esto son la misma lucha romana o los maratones que se daban en la Antigua Grecia.
Naturalmente el objetivo en esos tiempos era muy distinto, se buscaba era formar soldados para la guerra, en el caso de que su país los llegara a necesitar, pero estas mismas actividades físicas se combinaban con la instrucción de filosofía, de esta forma no solo teníamos a hombres preparados para el combate sino que también versados en campos del saber.
Lo que conocemos como la educación física moderna nace realmente en el siglo XIX en Alemania y Suiza. Allí se empezaron a dar gran diversidad de deportes que no eran más que formas actualizadas de disciplinas físicas de la antigüedad. Sin embargo, es en el siglo XX donde realmente se empieza a instruir a personas como profesionales en la materia.
En el caso de España, la educación física como materia ha ido evolucionando a lo largo de los años dependiendo de los sucesos políticos, sociales y económicos. Es durante el siglo XIX cuando se le empieza a dar la importancia que merece. Se pueden señalar sus orígenes con Francisco Amorós y lo que serían los Centros de Formación del Profesorado, teniendo como hito un Centro Gimnástico en Madrid que vio luz en 1800.
En el año de 1883 se marca el inicio de la Educación Física como asignatura cuando se promulga la Ley Becerra, dada por el rey Alfonso XII, esto dio paso a la creación de la Escuela Central de Gimnástica en la ciudad de Madrid. Durante este periodo la materia tuvo como objetivo enseñar gimnástica higiénica, adiestramiento corporal y salud física. Se buscaba principalmente educar y fortalecer el cuerpo del individuo para que este fuera capaz de enfrentar los múltiples desafíos de la vida cotidiana. El sistema usado durante esta época tiene una marcada influencia de la escuela francesa, alemana y sueca.
Más tarde, en el año de 1879 hasta los inicios de la Guerra Civil España se observa una marcada influencia por parte de la Institución Libre de Enseñanza, la cual marca el punto clave para la evolución de lo que sería la conceptualización de la asignatura. Se crea también la Escuela Central de Gimnasia del Ejército (1919) y la Escuela de Educación Física de la Facultad de Medicina de San Carlos. Así mismo durante este periodo, se hace una proposición de ley que estipula como obligatoria la gimnasia en todos los institutos de segunda enseñanza y en escuelas regulares. A este periodo se le puede llamar el de institucionalización, sigue existiendo una marcada influencia de otras escuelas europeas y al mismo tiempo, se empieza a ver la disciplina de la educación física como algo más especializado.
Luego del final de la Guerra Civil Española, se decreta La Ley 77 de 23 de diciembre (1961) y se crea el Instituto Nacional de Educación Física. En esta época sigue la proliferación de varias escuelas y en el año 1944 se implementa que la educación física también debe estar en las universidades como electiva. Hay un pequeño regreso a la gimnasia “militar” y la educación da un vuelco más centrado en el orden y disciplina (el contexto político de la época pretendía control para poder continuar con el sistema dominante). En la década de los 40 del siglo pasado es que se empieza a plantear a la educación física como parte del currículo de educación física en el área de primaria. No es hasta 1945 cuando se promulga la Ley de Enseñanza Primaria en la que empieza a parecer la Educación Física como materia formativa para la juventud.
Durante los años 50, 60 y 70 la educación física sigue sin tener la importancia merecida. Consecuencia de la carencia de medios y de profesores no capacitados para la tarea, la educación física se adentra en un túnel sin salida.
El cambio que espera esta asignatura, ve su luz en la década de los 90, con la aprobación de la LOGSE, la cual hace referencia a la inclusión de varias materias clasificándolas como áreas del conocimiento. Es en la LOGSE donde se vislumbra la posibilidad de la creación de una especialización en Educación Física en el ámbito universitario, bajo la titulación de “Maestro de Educación Física”. Finalmente y con la aprobación de la LOMCE en 2013 tenemos un punto de cierre en cuanto a la materia, orgánica seis cursos de educación física en la educación primaria y marca el carácter integrador de la misma en el desarrollo de los infantes.