¿Qué debemos hacer si queremos denunciar a un profesor?

El vínculo que se crea en un aula de clase entre el maestro y el alumno es una de las bases fundamentales para el aprendizaje del alumnado. Este vínculo ayudará al alumno en el desarrollo integral de los estudiantes tanto en el ámbito profesional en un futuro, como en el personal y social.

Los maestros forjan los primeros conocimientos que tenemos, refuerzan la educación que viene de casa. Hacen parte del crecimiento del ser humano como persona y como profesional. Muchos de nosotros recordamos a algún profesor con cariño por haber tenido un efecto positivo en algún aspecto de nuestras vidas. Incluso algunos alumnos llegan a sentir a un docente como un segundo padre o un modelo a seguir.

La figura del docente definitivamente genera un impacto importante en la vida de los estudiantes; este puede ser positivo o negativo. Pero, ¿qué podría generar un impacto negativo?

Hablemos principalmente del ambiente del aula. Un ambiente hostil puede generar emociones negativas en los alumnos, ya sean de primaria, secundaria o bachillerato. En cualquiera de los casos, el crear un entorno poco amistoso, generará un desagrado hacía la materia que se esté impartiendo o incluso a la escuela misma.

Hablamos de lo importante que es el vínculo con el maestro, pero, ahora nos hacemos una segunda pregunta: ¿qué hacemos cuando el maestro cruza los límites y acosa a un compañero a nosotros mismos?

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¿Qué es el acoso estudiantil por parte de un maestro?

El acoso estudiantil sucede cuando un docente se aprovecha de su puesto de autoridad frente a un alumno para generar algún tipo de abuso, sea tanto verbal como físico. Generalmente, este abuso se mantiene en el tiempo.

Circunstancias en las que puedes denunciar a un docente.

Se presentan múltiples motivos por el cual un padre puede proceder a denunciar las circunstancias en las que se encuentre su hijo, incluso si la situación fue generada por un maestro.

No debemos olvidar que según la ley el docente tiene la autoridad para tomar medidas y sancionar los comportamientos opuestos a las reglas de convivencias efectuadas por los alumnos. De igual manera, esto no justificaría un abuso de poder por parte del maestro, o de unas medidas disciplinarias que se salgan del marco de lo legal.

Maltrato físico o psicológico: esto puede ir desde insultos, humillaciones, faltas de respeto por parte del docente. Incluso llegar hasta el abuso físico. Estos tipos de casos son los que se mantienen en el tiempo.

Este tipo de situaciones pueden llegar a ser muy difíciles de detectar. Los estudiantes, por vergüenza o temor a que la situación empeore, pueden llegar a no hablar sobre el tema. Es ahí cuando los padres deben estar atentos a algún comportamiento inusual en su hijo, y actuar según la gravedad del asunto.

En caso de que efectivamente se esté generando una situación de abuso de parte del docente ya sea tanto física como psicológica, se debe proceder a contactar un abogado especializado en el tema.

Falta de diligencia y/o cuidado: Al momento de dejar a nuestros niños al cuidado de los docentes lo hacemos con confianza y tranquilidad. Esperando que estén en un espacio seguro y controlado, aún así un alumno puede sufrir un accidente por falta de cuidado y/o diligencias.

Difundir información sobre los alumnos: como docentes se puede tener acceso a una gran cantidad de información sobre los estudiantes que en muchos casos son privados. Los maestros no deben publicar información sobre ninguno de los alumnos o sobre su familia. Así como publicar datos, de los antes ya mencionados, en alguna red social o en internet.

En estos casos se deben poseer pruebas para demostrar que los profesores o el profesor que estaban al cuidado del estudiante accidentado o como el centro no habían asumido las medidas pertinentes para prevenir el accidente ocurrido.

En este escenario sería necesario determinar la diferencia entre los peligros de una actividad escolar, en las que es poco probable que puedan ser previstos por el docente, a diferencia de los que se pueden llegar a definir como responsabilidad atribuible a su falta del deber de cuidado exigible.

Para establecer si se lleva a cabo un procedimiento judicial ante el docente o la institución. Es crucial informarse legalmente para evaluar su factibilidad en base a la gravedad del accidente y los daños causados en el estudiante.

Mal comportamiento: Todos sabemos que pueden haber días en donde no nos sintamos al cien, que simplemente hayamos tenido una situación complicada en el entorno laboral o que simplemente nos sintamos presionados por nuestros superiores. Sin embargo, los motivos no justifican la acción de irrespetar un alumno, gritarle o humillarlo.

Extralimitarse con un estudiante con castigos excesivos, reprimendas sin base, faltas de respeto, suspensiones reiteradas sin motivos, penalizar sin justificación alguna, son de los causantes más frecuentes. Teniendo la evidencia correcta, se puede justificar la denuncia contra un profesor.

Es indispensable recabar las pruebas necesarias que logre poner en evidencia el comportamiento del docente en cuestión. Es imperativo asesorarse con un abogado sobre el mejor método para proceder a formalizar una denuncia de acuerdo sea la razón de la ya antes mencionada, y según sea la gravedad del incidente.

Denunciar al docente respecto a incidentes ante la institución.

Frente a este tipo de situaciones los padres deben actuar de manera inmediata dirigiéndose como primera instancia al docente y/o tutor del alumno, para así tener un diálogo respetuoso, teniendo en cuenta la gravedad de la situación (siempre y cuando no sea acoso escolar), dejando claro que sus acciones y/o comportamientos pueden estar causando un daño en el estudiante y en su desempeño.

En caso que esta primera medida no haya sido suficiente para encontrar una mejoría en el comportamiento del maestro se procede a entregar un escrito explicando los sucesos cometidos por el docente ante el alumno a la dirección de la institución o colegio; conservar una copia del documento sellado por el colegio, acreditando así su entrega por si fuese necesario en alguna ocasión posteriormente.

En caso de que la dirección no proceda con las medidas necesarias, los representantes del alumno pueden recurrir a la Consejería de Educación y presentar una denuncia administrativa hacía el docente que será evaluada a consecuencia de abrir un caso expediente disciplinario al docente.

Denunciar a un docente por la vía judicial.

Un procedimiento legal hacía un profesor debe ser la última opción a la que debemos recurrir, está es para situaciones graves como el acoso escolar, aquellos en los que el profesor haya cometido un delito o situaciones en las que presentar una queja ante la directiva de la escuela o el instituto no ha servido de nada.

Bajo estas circunstancias debemos tener en cuenta que es imperativo recaudar las pruebas requeridas por el ministerio. De no haber evidencia que respalde la denuncia se llegaría a considerar que los acusadores están perpetuando un delito de calumnias e injurias, o que las acusaciones son completamente falsas.

Debemos recordar y comprender que cuando hablamos de una denuncia judicial estamos conversando de un tema delicado. Como padres del estudiante involucrado es normal que se manifiesten dudas en todo el proceso judicial, ya que se desconoce de los parámetros legales y el procedimiento del ya antes mencionado. Antes de proceder con una denuncia legal se deben recaudar todos los documentos pertinentes, las pruebas del suceso ocurrido e informarse sobre los procedimientos pertinentes.

Es sumamente conveniente que los padres cuenten con un asesoramiento legal adecuado durante todo el proceso legal para poder estar informados correctamente de las medidas y los pasos que se deben ir tomando en cada etapa de la denuncia penal. En este caso lo mejor sería localizar un abogado especializado en temas y derechos educativos, para poder asegurarnos de que la normativa legal que ampara en estas situaciones a nuestros niños y defienda el interés de los mismos.